
Su primer gran aventura juntos fue un viaje a Perú, que fue toda una experiencia llena de lindos paisajes, deliciosas comidas, pero tambien tuvieron toda una aventura, que los hizo unirse más.
Claro, después de invertir una semana con Luis internado en un hospital a 3000 metros sobre el nivel del mar. El pobre de Luis no pudo con el mal de altura, pero gracias al amor de Dani regresó sano y salvo a casa. Dani, sin querer queriendo, regresó a Costa Rica como la Mujer Maravilla para las abuelitas de Luis.

Luis y Daniela eran compañeros de trabajo. Desde el primer momento tuvieron energía chispeante. Los proyectos y necesidades de la empresa (otros lo llamarían el destino) propiciarion que trabajaran cada vez más en equipo. Esto provocó que semana a semana compartieran cada vez más tiempo juntos y se conocieran más el uno y el otro.

Luis, decidido en conquistarla, ideó un plan que incluía salir a comer helados después del trabajo. Aquellas tardes se convirtieron en el mejor momento del día; entre risas y conversaciones la atracción entre ellos dos fue creciendo.

Una noche, el destino les ofreció una oportunidad inesperada: su amigo José Mario los invitó a una fiesta a bailar. La música, el baile, las risas y los pasos descoordinados de Daniela fueron la combinación perfecta para que creciera la tensión. Daniela le dio un beso inesperado a Luis, lleno de nerviosismo y emoción, un instante que los dejó a ambos con el corazón latiendo a mil por hora (No solo el corazón).
Sin saber qué hacer después, decidieron seguir conociéndose.

A medida que pasaban los días, comenzaron a tener citas más románticas y se dieron cuenta de se gustaban y querían ser novios.
Por primera vez en exclusiva, fluía el amor entre el Gen Z y la Millenial.

Su primer gran aventura juntos fue un viaje a Perú, que fue toda una experiencia llena de lindos paisajes, deliciosas comidas, pero tambien tuvieron toda una aventura, que los hizo unirse más.
Claro, después de invertir una semana con Luis internado en un hospital a 3000 metros sobre el nivel del mar. El pobre de Luis no pudo con el mal de altura, pero gracias al amor de Dani regresó sano y salvo a casa. Dani, sin querer queriendo, regresó a Costa Rica como la Mujer Maravilla para las abuelitas de Luis.

Dos meses después, en marzo, Luis, le propuso a Daniela que vivieran juntos. Daniela llegó a su nuevo hogar con muchas cajas llenas y Juanita, y Luis se encontró de repente en medio de un torbellino de emociones y cosas por desempacar.
Él se dedicaba a cocinar y Daniela se encargaba de lavar los platos, y juntos formaron un equipo perfecto, disfrutando de cada pequeño momento.Luis (hasta la fecha) no puede creer la cantidad de ropa y productos de skin care que tiene Daniela.

El tiempo pasó volando, y en noviembre, decidieron embarcarse en un crucero que prometía ser mágico. Estando en Dubrovnik (Croacia), ambos decidieron proponerse matrimonio. Disfrutaron de cada segundo de su viaje.
De regreso a casa, comenzaron a planear su boda, llenos de alegría y emoción, invitando a sus seres más cercanos.
No sé en qué momento nos convertimos en figuras de Lego...