Un amor de oficina

Luis y Daniela eran compañeros de trabajo. Desde el primer momento tuvieron energía chispeante. Los proyectos y necesidades de la empresa (otros lo llamarían el destino) propiciarion que trabajaran cada vez más en equipo. Esto provocó que semana a semana compartieran cada vez más tiempo juntos y se conocieran más el uno y el otro.